Nuestro proyecto de vivienda unifamiliar aislada en Teruel, es el resultado de combinar la estricta normativa para la construcción de obra nueva en suelo no urbanizable, el exquisito gusto de unos clientes para el hogar de sus sueños y la belleza y colores inigualables del lugar.
La casa se ubica en un bello paraje natural, en medio de un campo de olivos con vistas al pueblo y a las montañas. Al visitar el lugar por primera vez, una de las primeras cosas que nos llamaron la atención fueron los colores de la tierra, de una belleza y tonos inigualables. Pensamos en cómo eso debía formar parte integral del proyecto, debíamos llevar esos colores y esas texturas al interior de la vivienda y que fueran un elemento central y distintivo.
Fotografía de la finca con vistas al pueblo y a las montañas
Los clientes enamorados de la tierra y de esa idea, se entusiasmaron con nuestra propuesta y eso nos llevó a integrar los muros de tapial en el proyecto. Los muros de tapial actúan como un elemento central en la zona de día siendo un muro de carga que se deja sin revestir y sobre el cual se apoyará la cubierta. Este tapial nos da la bienvenida al acceder la finca guiándonos hacia la entrada principal por el exterior, y por el interior integra los colores y la textura de la a tierra a la vida diaria.
Muro de tapial en el interior de la zona de día
En la zona de noche, los muros de tapial sin revestir se integran como muros separadores siendo visibles tanto en el distribuidor como en el interior de los dormitorios.
Muros de tapial en la zona de noche
Esta técnica ancestral y prácticamente desaparecida de compactar la tierra, requería de un especialista que nos guiara en la ejecución; por ello contactamos con la empresa “Fet de Terra” quién nos ha guiado en el proceso. Empezamos con una serie de catas en distintas zonas de la finca para poder determinar la composición de la tierra en los diferentes estratos. Se localizaron dos tipos de tierra en dos zonas distintas de la finca aptas para utilizar en los muros: una más arcillosa de un color rojizo; y otra de un tono más amarillo.
Debido a que el muro en la zona de día es estructural y además debe integrar aislamiento térmico en el interior, era de especial importancia analizar las características mecánicas en detalle. Con varias muestras de esta tierra “Fet de Terra” hizo sus pruebas en el laboratorio y estableció la mezcla exacta que debería realizarse para nuestros muros descrita en una extensa memoria de Caracterización de las tierras. Una vez detectada la tierra apta, empezaron los trabajos de excavación y selección de tierras, acopiando la tierra apta y separándola de la que no la era. Se requirieron muchos camiones de tierra para poder seleccionar la cantidad necesaria de tierra apta para nuestros muros.
Catas con los distintos estratos Selección de las tierras Acopio de tierras aptas para el tapial
Una vez extraída la tierra apta y establecida la composición de la mezcla de tierra local, cal, gravas y arena que debía componer el muro, “Fet de Terra” visitó la finca para elaborar un prototipo conjuntamente con el contratista local. Este prototipo que tenía un tamaño de 1,2 m de ancho x 0,8 m de alto no solamente fue útil para enseñar al contratista la forma correcta de ejecutarlo, sino también para ver cómo se comportaba la tierra local al mezclarla con el resto de componentes.
Elaboración del prototipo
Las pruebas de resistencia dieron buenos resultados pero detectamos que el color rojizo de uno de los dos tipos de tierra (el más arcilloso) se perdía y se emblanquecía al mezclarse con la cal. Eso nos hizo introducir una pequeña cantidad de pigmento del color de la arcilla natural, para recuperarlo y que así se vieran las aguas de los dos distintos tonos de la tierra. No fue un proceso fácil, ya que las primeras muestras con mezcla de pigmento, mostraron una cantidad excesiva y tuvimos que realizar varias pruebas más hasta dar con la proporción adecuada de pigmento.
Prueba con demasiado pigmento Pruebas de proporción de pigmento
Mientras tanto, se ejecutaba la cimentación de la vivienda y los perfiles de acero IPN que servirían como base de los muros de tapial. Dichas IPN se unen entre ellas con anclajes de barra de rea de 14 mm de diámetro, soldadas al perfil cada 50 cm, dobladas en “L” , con una longitud de 15 cm x 5 cm y un relleno de hormigón.
Preparación en fábrica de los perfiles IPN Cimentación con los perfiles IPN de base del tapial colocados y hormigonados
Antes de empezar con el muro de la casa, se decidió conjuntamente con el contratista el despiece de la tablas del encofrado, en función de las medidas de tabla disponibles y el efecto de las líneas que queríamos, se llegó a una decisión. Mientras el contratista, muy comprometido con el reto de construir este tapial, investigó sobre cómo optimizar el arduo trabajo de compactación buscando herramientas que pudieran ayudarle. Esto le llevó a encontrar una herramienta de compactación hidráulica que facilitaba, en parte, dicha tarea.
Encofrado del primer tramo de muro Herramienta para compactar
La ejecución del muro de tapial empezó por el muro más complejo: el de la zona de día. Un muro de 3,30 m de altura que actúa como fachada y muro de carga de la cubierta, compuesto por dos hojas de tapial de 25 cm cada una unidas puntualmente con llaves conectoras y con un aislamiento térmico de corcho de 6 cm de espesor entre las dos hojas . Obteniendo así un muro de un espesor total de 55 cm.
Ejecución del primer tramo de muro de la zona de día
El primer tramo de este muro, de 10, 5 m de longitud, requirió de cuatro días para colocar el encofrado y dos semanas más para ejecutar el tapial. Recientemente se ha desencofrado y se ha visto el resultado más que satisfactorio, producto de una gran planificación y una cuidadosa ejecución.
Primer tramo de tapial ejecutado
El segundo tramo del muro de la zona de día se encuentra en fase de ejecución en este momento y se estima que requerirá de dos semanas para terminarlo. Los cuatro tramos de muro interior que se ejecutarán al terminar con el muro de la zona de día, son muros interiores que no son de carga, por tanto no integran aislamiento térmico y son de menor espesor: una sola hoja de 30 cm. Se estima que se necesitará una semana para ejecutar cada uno de estos tramos interiores de tapial. Lo que nos da un total de 2 meses para ejecutar todos los muros de tapial de la vivienda, justo a tiempo para colocar la estructura de madera que llegará al terminarlos. Si observáis el vídeo a continuación, entenderéis por qué requiere de tanto tiempo. La ejecución de los muros de tapial es un proceso totalmente manual y de gran dureza.
Una vez se finalicen todos los muros se deberá aplicar un producto de acabado que fija la tierra para que no manche al tacto y suba ligeramente la intensidad del tono, con un efecto mojado. Actualmente nos encontramos en fase de investigación de productos. Dos de los productos testados hasta el momento no son satisfactorios, ya que uno de ellos crea una película con un tacto muy plástico que hace perder el tacto natural de la tierra y el otro no crea el efecto mojado que buscamos.
Encofrado del segundo tramo de muro en la zona de día Test de producto de acabado no satisfactorio por la textura plástica